Icono de San Nicodemo
Icono de San Nicodemo
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Icono de San Nicodemo – un hombre que preguntó y fue transformado
Este icono muestra a San Nicodemo, el maestro que visitó a Jesús en la noche, movido por un deseo profundo de comprender los misterios del Reino. Su rostro sereno y reflexivo, la barba plateada y el gesto contenido revelan a un hombre acostumbrado al estudio y al silencio. Su manto cae en pliegues amplios como un camino interior. El fondo de oro no es adorno: es luz, símbolo del momento en que Cristo le habló del nuevo nacimiento del Espíritu y abrió para él un sendero de fe.
La mano inclinada hacia el pecho sugiere enseñanza, escucha, apertura. No vemos un santo triunfal, sino un hombre real, que buscó respuestas, dudó, escuchó, creyó y perseveró. El icono se convierte así en un Evangelio silencioso que invita al corazón a entrar en diálogo con Dios.
¿Quién fue San Nicodemo?
Maestro de Israel, miembro del Sanedrín, discípulo de Jesús
Nicodemo era parte del Sanedrín, docto en la Ley, respetado entre los suyos. Conocía las Escrituras, pero quería encontrarse con la Palabra viva. Se acercó a Jesús en la noche, no como oponente, sino como aprendiz. A él pronunció Jesús una frase que ha sostenido a millones:
«Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único…» (Jn 3,16)
El Evangelio no lo muestra perfecto, sino en camino. Primero, un oyente discreto; luego, aquel que defiende a Jesús ante los fariseos; finalmente, el discípulo valiente que, junto a José de Arimatea, desciende el cuerpo del Señor de la Cruz y lo unge con mirra y áloe. Cuando otros temieron, él permaneció. Cuando la noche parecía vencer, él llevó perfume de amor.
San Nicodemo es imagen del creyente que crece: de la duda a la luz, del estudio al encuentro.
Significado espiritual del icono
Este icono habla a quienes buscan. Al que lee, al que piensa, al que ora sin tener aún respuestas. Su expresión es humana — no altiva, sino abierta. Dios no rechaza las preguntas: las convierte en camino. La noche de Nicodemo es la noche interior que todo hombre atraviesa antes de descubrir la voz de Cristo.
Para seminaristas y teólogos, es un compañero de estudio. Para sacerdotes y catequistas, un modelo humilde. Para quienes regresan a la fe, un puente suave. En el hogar, trae paz. En un despacho de lectura, inspira reflexión. En una capilla, brilla como una lámpara encendida para el que llega en silencio.
Una oración nace espontánea ante él:
«Señor, como hablaste a Nicodemo, habla también a mi corazón.»
Elaboración – madera de tilo, pan de oro e impresión UV directa
El icono está realizado sobre madera maciza de tilo, cuidadosamente preparada y recubierta con dorado tradicional, siguiendo la línea de la iconografía sacra. La imagen se imprime directamente sobre el oro mediante tecnología UV, logrando detalles nítidos y colores profundos. A la luz de una vela, el oro palpita como memoria pascual; bajo el día, irradia serenidad.
No necesita marco — está completo en sí mismo, listo para colgar o colocar.
En un rincón de oración, sobre un escritorio, en aulas teológicas o en capillas, este icono no adorna: consagra. Abre un espacio de silencio interior para escuchar la Palabra.
¿Por qué elegir este icono?
Porque Nicodemo muestra que la fe nace del deseo de comprender. Porque enseña que Dios dialoga con quien pregunta. Porque es un regalo significativo para quien busca claridad.
Para estudiantes, sacerdotes, religiosos, lectores del Evangelio. Para quienes vuelven a la Iglesia después de un tiempo. Para hogares donde se quiere cultivar la fe.
San Nicodemo es el reflejo de cada buscador.
Este icono es un recordatorio de que Dios ilumina a quien se acerca aunque sea de noche.
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Formatos disponibles
Formatos disponibles
- 10 x 15 cm (3.93" x 5.90")
- 15 x 20 cm (5.90" x 7.87")
- 20 x 25 cm (7.87" x 9.84")
- 30 x 40 cm (11.81" x 15.74")
- 40 x 50 cm (15.74" x 19.68")
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